Sí, las barriguitas de mamás son sexy!! O eso nos gustaría escuchar a todas las mujeres después del parto. Muchas nos desesperamos por recuperar nuestra figura.
Es muy
importante que sepas que tu cuerpo después de dar a luz necesita recuperarse y
no es bueno empezar a hacer dieta inmediatamente. Tu cuerpo necesita energía y hacer
dieta puede influir en la producción de leche. Si estás amamantando espera más
o menos dos meses. Para la que no, espera hasta el control postparto de la
sexta semana. Una cosa que muchas madres no saben es que sí estas amamantando
irás perdiendo peso más rápido naturalmente.
No te pongas a hacer una dieta estricta: las mujeres
necesitan un mínimo de 1.200 calorías diarias para permanecer saludables. Y la
mayoría de las mujeres necesitan mucho más que eso -entre 1.800 y 2.200
calorías diarias- para que no decaiga su energía y evitar cambios de humor. Si
estás dando pecho necesitarás más calorías.
NOTA: El bajar de peso demasiado rápido además libera toxinas que están almacenadas
en tu tejido graso, y que pasan a tu a tu torrente sanguíneo y a tu leche.
Perder aproximadamente medio kilo por semana se considera seguro y además
no afectará tu producción de leche. Para lograr perder esa cantidad, necesitas
eliminar 500 calorías diarias, ya sea comiendo menos o haciendo más actividad.
Ten en
cuenta que quizás no recuperes la forma o el peso que tenías antes del
embarazo. A muchas mujeres, el embarazo les produce cambios permanentes, como por ejemplo un vientre más blanco, y caderas y cintura más anchas. No te preocupes es mucha más importante que seas una mamá saludable y feliz, a que te quede una talla en particular.
Además la
mejor manera de perder peso es comer un poco menos y estar más activa.
Nunca te
saltes cómidas. Para no tener tanta hambre intenta comer seis pequeñas comidas,
te ayudará a mantener tu nivel de energía. Aprovecha si puedes para ir al
gimnasio o a dar un paseo con alguna amig@ y desconectar de la rutina. Mientras
puedes dejar a tu niñ@ con papá para que disfruten de un rato padre-hij@.
Asegúrate de comer bien por las mañanas, incluso si no estás acostumbrada a
desayunar. Así evitarás sentirte muerta de hambre y cansada a mitad de la
mañana. Además de que tendrás más energías. Lo que también te puede ayudar es
comer despacio. Cuando te tomas tu tiempo para comer, te das cuenta con mayor
facilidad de que estás llena y no comes en exceso.
Fuente: Babycenter
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