jueves, 8 de agosto de 2013

Las caquitas de mi bebé



¡Es sorprendente el tiempo que pasamos las mamás inspeccionando la caquita en el pañal de nuestro bebé! Nos preocupamos pensando si el color y la consistencia de sus heces son normales o no, y si está evacuando demasiadas veces al día o no las suficientes. Pero lo que es normal para tu bebé depende de la edad, si lo alimentas con leche materna o con biberón o si ya ha comenzado a comer alimentos sólidos



Las heces de tu bebé cambiarán regularmente a medida que se desarrolle desde que es un recién nacido hasta que cumpla un año. ¡También pueden cambiar de color dependiendo del día! No te preocupes, muy pronto serás capaz de juzgar qué es lo normal para él. 


Durante el primer par de días después del nacimiento, tu bebé defecará meconio. Esto es una sustancia pegajosa, negra o verde oscura que se produce en los intestinos del bebé durante el embarazo y está formada por bilis, mucosidad, células de la pared intestinal, secreciones y líquido amniótico. Tu calostro o "primera leche" actúa como un laxante, y ayuda a empujar el meconio fuera del organismo de tu bebé. Una vez que te suba la leche, después de unos tres días, las heces de tu bebé cambiarán.



En las primeras semanas, es posible que tu bebé haga popó durante cada toma de leche o inmediatamente después. Poco a poco su sistema digestivo se irá regulando y creará su propia rutina

Los bebés amamantados que aún no comen alimentos sólidos pueden evacuar cuatro veces al día o más, aunque también hay bebés que sólo una vez cada tres días. Mientras las heces sean blandas, y pasen con facilidad, esto no supone un problema. El color de las heces suelen ser de un color amarillo-mostaza y a veces de apariencia granulosa, y otras, grumosas. El olor suele ser suave.



 Los bebés que toman biberón normalmente necesitan defecar todos los días para evitar estar incómodos y padecer estreñimiento. Las caquitas son más voluminosas que las heces de un bebé amamantado, ya que el biberón no se digiere tan completamente como la leche materna. Normalmente son de color amarillo pálido o café amarillento, y el olor será bastante fuerte, más similar al olor de las heces adultas. También suelen tener más problemas de estreñimiento.


Si vas a cambiar de la leche materna a la de fórmula, es importante hacerlo lentamente, durante un periodo de varias semanas. Esto le dará tiempo al aparato digestivo del bebé para adaptarse y evitar el estreñimiento. También reducirá el riesgo de dolor, inflamación y mastitis en tus senos. Una vez que tu bebé se haya adaptado al biberón, su rutina de evacuación también se verá algo afectada.

Muchos bebés hacen un poco de fuerza cuando defecan, pero eso no quiere decir que exista un problema. Mientras las heces sean blandas y fáciles de eliminar, no hay motivo de preocupación. 


Cuando introduzcas los alimentos sólidos en la alimentación de tu bebé, sus heces cambiarán mucho. Los alimentos que coma influirán directamente en el aspecto de su popó. Por ejemplo, cuando le des puré de zanahorias, sus heces serán de color anaranjado intenso.

A medida que pruebe alimentos con mayor textura, notarás que los más ricos en fibras, como las pasas, se eliminarán directamente y aparecerán enteros en el pañal. Cuando tu bebé crezca un poco más su tracto digestivo se desarrollará lo suficiente como para digerir la fibra con mayor eficacia.

A medida que empiece a comer una variedad de alimentos, sus heces se volverán más gruesas, más oscuras ¡y mucho más olorosas! 



IMPORTANTE:


Diarrea
Tu bebé puede tener diarrea si presenta los siguientes síntomas:

  • Heces muy líquidas
  • Defeca más a menudo o más cantidad de lo normal
  • Las heces le salen de forma explosiva, como proyectiles


Es menos probable que un bebé amamantado sufra diarrea, ya que la leche materna ayuda a prevenir el crecimiento de las bacterias que la causan.

Los bebés alimentados con biberón son más propensos a contraer infecciones, por eso es fundamental esterilizar los biberones y lavarse bien las manos.

Si tu bebé tiene diarrea, la causa puede ser:

  • Una infección, como una gastroenteritis
  • Demasiadas frutas o jugo
  • Una reacción a alguna medicación
  • Sensibilidad o alergia a algún alimento.


Si estás alimentando a tu bebé con biberón, podría estar teniendo una reacción a la marca de leche que usas, pero, antes de cambiarla, habla con tu pediatra por si existiera alguna otra causa.

Si a tu bebé le están saliendo los dientes, podría tener las heces un poco más sueltas, pero la dentición no causa diarrea. No asumas que tiene diarrea debido a la dentición, ya es más probable que la causa sea una infección. 


Estreñimiento
Muchos bebés se ponen rojos y hacen fuerza para eliminar las heces. Esto es normal. El estreñimiento, por otra parte, es cuando:

  • A tu bebé le cuesta eliminar las heces
  • Las heces son bolitas secas y pequeñas, o grandes y duras
  • Tu bebé está irritable, y llora y se esfuerza mucho cuando defeca
  • Su pancita se siente tensa cuando la tocas
  • Sus heces tienen vetas de sangre. Esto puede deberse a fisuras anales (pequeñas heridas en la piel del ano) que surgen al defecar heces duras.


Los bebés amamantados no tienden a sufrir tanto estreñimiento como los bebés alimentados con biberón, ya que la leche materna contiene todos los nutrientes adecuados para mantener sus heces blandas.

Cuando prepares un biberón, sigue cuidadosamente las instrucciones. Asegúrate de poner primero el agua hasta el nivel recomendado, y después añade el polvo.

Otras causas de estreñimiento pueden ser:

  • Fiebre
  • Deshidratación
  • Cambios en la cantidad de líquido ingerido
  • Cambio de alimentación
  • Algunos medicamentos


Algunas veces los bebés mayorcitos se restriñen porque están tratando de evitar dolor. Por ejemplo, pueden tener una fisura anal. Esto se puede convertir en un círculo vicioso. Tu bebé se aguanta las ganas de defecar y se restriñe todavía más, y cuando finalmente hace popó, el dolor es más intenso.

Lleva al bebé al pediatra si está estreñido, especialmente si notas sangre en las heces, para que revisen todas las causas posibles.

Probablemente te recomendará aumentar la cantidad de líquidos que toma, así como la cantidad de fibras en la dieta si tu bebé ya está ingiriendo alimentos sólidos.
 
Caca verde

Si las heces de tu bebé son verdes y espumosas, es posible que esté ingiriendo demasiada lactosa (el azúcar natural que se encuentra en la leche materna). Esto sucede cuando se alimenta con frecuencia, pero no bebe la leche más cremosa que es la que sale al final de la toma. Asegúrate de que tu bebé vacíe por completo un pecho antes de darle el otro.

Si los síntomas perduran más de 24 horas, consulta con tu pediatra para tratar de determinar el origen del problema. La causa puede ser:

  • La marca de fórmula que usas. Algunas hacen que el popó sea verde oscuro.
  • Una alergia
  • Efectos secundarios de una medicina
  • La rutina de alimentación
  • Un parásito intestinal


Heces muy pálidas
Puede ser un síntoma de ictericia. La ictericia es común en los recién nacidos y usualmente desaparece a las dos semanas de nacer. Sin embargo, si dura más, puede ser un problema. En este caso consulta siempre con el pediatra.

 Fuente: Babycenter

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